El jueves pasado acudí al Hotel Málaga Palacio a lo que, en principio, era una conferencia sobre Jack Kerouac y el 50 aniversario de la publicación de On The Road, como había leido en el periódico. Sin embargo, al llegar allí, me encontré con las Terceras Jornadas de Poesía del Rock del Instituto Municipal del Libro.
¡Qué pasada! Imaginense, para un filólogo que en su tiempo libre se dedica a estudiar, leer y escribir sobre el Rock y su Cultura. No sé porqué estas cosas no se comunican mejor. Así, me perdí las dos primeras sesiones, en torno a la Cultura Punk y los movimientos de vanguardia. Una lástima.
La sesión del jueves comenzó con una ponencia sobre La Biografía en el Rock, a cargo de David Buckley, que ha escrito sobre Bowie, Elton John, Brian Ferry, REM y The Stranglers. Defendiendo el Rock como el centro de la cultura occidental del siglo XX, nos habló de su oficio y de qué parámetros le interesan a la hora de abordar figuras tan consagradas. Tan consagradas que no entiende porqué es menos serio escribir sobre ellos que sobre Shakespeare.
[Recomiendo el informe Literatura y Rock, una pequeña industria editorial en alza, de la Revista Ruta 66 #245, Enero de 2008]
Luego tuvo lugar la mesa redonda On The Road, 50 años de Viaje con Jack Kerouac, en la que participaron Mario Pacheco, David Torres y Mariano Antolín y en la que se expusieron interesantes puntos de vista, aunque más que de esta fundamental obra, se habló del contexto y la actitud de la Beat Generation.
Luego tuvo lugar la mesa redonda On The Road, 50 años de Viaje con Jack Kerouac, en la que participaron Mario Pacheco, David Torres y Mariano Antolín y en la que se expusieron interesantes puntos de vista, aunque más que de esta fundamental obra, se habló del contexto y la actitud de la Beat Generation.
La sesión del viernes comenzó con una larga ponencia de Fernando Sánchez Dragó sobre su juventud y sobre cómo los sesenta cambiaron su vida. La Edad de Oro. La Década Prodigiosa. The Sixties. Estuvo verborréico y agradable, divertido y cercano.
08/06/1963. Una grabación del We Shall Overcome de Pete Seeger en el Carnegie Hall, como representación del nacimiento del espíritu del Rock, abrió su charla. Una versión de Springsteen de 2005 la cerró.
Para concluir las jornadas habían preparado una auténtico pelotazo: Una mesa redonda sobre Dylan con tres grandes nombres de la cultura musical de nuestro país. Sin embargo, de Dylan poco se habló. Santi Alcanda, al que siempre he admirado, llegó como cabreado y sólo estuvo suelto al final. Fernando Márquez, El Zurdo, figura clave de la movida, se dedicó, básicamente, a criticar a sus compañeros de profesión. El emblemático cantautor Pablo Guerrero, sereno y entrañable, cerraba la mesa. Lo más destacado de la conversación fue cómo todos estuvieron de acuerdo en ensalzar a Quique González como el Primero de su Generación, de cómo ha sido capaz de formalizar un Rock Castellano sobre las bases de la Tradición Noteamericana. Absolutly.
Para darnos la despedida vino el Delegado de Cultura del Ayuntamiento de Málaga, autocomplaciendose con el resultado de las Jornnadas y el espíritu de modernidad de nuestra ciudad. Mientras él hablaba, yo estaba notando cómo a mi amigo Ignacio le enpezaba a picar el culo, de manera que no pudo evitar alzar su mano y su voz para reclamar la falta de espacios donde disfrutar de la música en directo. Recibió aplausos y reconocimientos de gran parte del auditorio. El Delegado se mostró solícito y receptivo.
Y como broche, un picoteo en la azotea del Málaga Palacio, tutiplen subvencionao, que aproveché para cenar por la patilla y charlar un rato con Sabino Méndez y David Buckley. Pero eso lo guardo para mi.
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