jueves, 31 de enero de 2008

OJO A LO NUEVO DE M-CLAN

Cuatro estrellas y media.
Rozando la perfección.

El nuevo disco de M-Clan es el disco del mes de la revista Rolling Stone, y la crítica del Juan Puchades, maestro para quienes disfrutamos leyendo y escribiendo sobre Rock, apunta a que han creado su obra maestra, aunque para tenerla en casa habrá que esperar al 26 de febrero, fecha en que Memorias de un Espantapájaros se pone a la venta.

Aunque me interesa toda la trayectoria del grupo, desde las dos anteriores entregas (Defectos Personales y Sopa Fría) ya se perfilaba que, después de tantear diversos terrenos, habían encontrado por fin su tono personal. Aparte de que, posiblemente, Carlos Tarque sea el mejor vocalista del panorama rockero nacional (junto a Bunbury, en mi modestísima opinión), los murcianos destacan por ser, todos ellos, catedráticos de esa cosa llamada Rock.
Ah, y un dato más: Carlos Raya, ha vuelto, si es que se llegó a ir, asumiendo la producción de este álbum.

Yo, personalmente, tras leer la crítica de Puchades en la Rolling, no puedo esperar para comprar la nueva (6ª de estudio) entrega de esta pedazo de banda ni para ver lo que tienen que decir sobre las tablas, lugar donde, sin lugar a dudas, M-Clan se transforma en pura dinamita, tanto en la interpretación de sus temas más contundentes, como en aquellos otros más íntimos y desgarradores, como su nuevo single, Roto por Dentro, cuyo vídeo puedes ver pinchando aquí.

2 comentarios:

Angel de la Riva dijo...

Tiene muy buena pinta. El título, el diseño de portada... todo huele a superproducción. Habrá q darles otra oportunidad.
Por cierto, Nachito, no te olvides del "Coliseum". Rock sureño Made in Murcia al estilo Black Crowes y Allman Bros Band. Para mí el mejor, sin duda. No os lo perdáis.
1af.

Nacho Rockdríguez dijo...

Yes, Sir. Es cierto que la primera etapa de M-Clan no tiene desperdicio. Un Buen Momento, Coliseum, Usar y Tirar. Discos de marcado y variopinto carácter.
Santi Campillo a la Guitarra!
El Sin Enchufe, digamos, marca una frontera entre su primera etapa y una segunda que podríamos etique-tar como Poppy-Rock con Orientación Adulta (Dios mediante).
Lo que si parece cierto es que sus últimos trabajos son más uniformes y, quizás, más elegantes.