domingo, 23 de diciembre de 2007

CRÓNICA DEL CONCIERTO DE FITO Y QUIQUE EN MÁLAGA (2 y 3)

Foto: Piqui Sánchez

QUIQUE GONZÁLEZ.
La primera vez que vi a Quique González fue en agosto de 2005 en Villanueva del Rocksario, con los Taxi Drivers. Los que lo habían visto me habían contado que sus conciertos eran intimistas, que Quique era tímido y que no conectaba demasiado con el público, pero nos encontramos una banda enérgica y contundente que hacía sacar al Quique más expresivo y rockero.
La noche del 20 de Diciembre, abriendo para Fito, tocaba en un gran escenario ante un numeroso público. Acompañado de la Aristocrácia del Barrio, otra banda genial de músicos que, a pesar de su juventud, derrochan talento, elegancia y buen gusto, era la oportunidad de volver a verle como una estrella. Sabíamos que eran capaz de ello.
Sin embargo, su actuación fue un poco tibia. El público, hay que reconocerlo, no era el suyo, era el de Fito. Incluso habría que reprocharle cierta falta de respeto hacia el madrileño, que trajo lo mejor de su repertorio. Para nosotros, fans, estuvo cojonudo, pero es verdad que le faltó un poco del dominio escénico del que después Fito daría una clase magistral.
Personalmente, quedé satisfecho, pero hubiera deseado ese algo más que no llegó a darnos: versatilidad, capacidad de tocar un día en un teatro y al siguiente ante una gran audiencia. Quizás, durante esta mini gira teloneando a Fito, la banda tome nota, termine de quitarse complejos y descarguen todo el potencial que tienen.

FITO CABRALES.

Confirmados como las grandes estrellas del Rock español del momento, en un mini tour de cierre de gira, paseo triunfal por la geografía española, Fito y sus Fitipaldis vinieron a Málaga a pasárselo bien. Con actitud de pandilla, unos T-Birds del Ridell High School, cada día me recuerdan más a la E Street Band, con una formación parecida, la misma mezcla de Testosterona y Rock. Y los chicos en el patio se lo pasaban bien. Se miraban, se reían, se daban collejas, se comunicaban entre ellos y se lo daban al público. El Niño Bruno desde la batería no paró de hacer fotos. Que estaban a gusto era evidente y el Jefe de la banda, emocionado quiso agradecerselo al auditorio. Honesto.
Fito, saltarín y amistoso, tiene la virtud de conquistar al público y Carlos toca la batuta y mantiene a los Fitipaldis a Raya. Son una máquina bien engrasada que, quizás, no debería tardar demasiado en entrar en el estudio de nuevo.

viernes, 21 de diciembre de 2007

CRÓNICA DEL CONCIERTO DE FITO Y QUIQUE EN MÁLAGA (1)

Such a Night, diría el Dr. John, ¿no, Ignacio? Such a Night la del 20 de Diciembre en el Martín Carpena.En cartel, Fito y Quique. Un concierto, dos actuaciones y mucho más. Tanto que esta crónica se divide en tres partes; una por banda y otra para mi colega Ignacio. Aquí va la primera de ellas.

MI COLEGA IGNACIO.

¡Qué manera de marcársela, el cabrón! Gracias a él nos abrieron las puertas del Palacio durante las puebras de sonido de Quique González y la Aristocrácia del Barrio. La compañía, la habitual. Ignacio, Cristina, yo y Jaime, que se está convirtiendo en otro clásico. Avanzábamos por el pasillo, hasta entonces en silencio, y comenzaron a probar el equipo. La canción elegida: Impossible Germany, de Wilco. Si es que...
Llegamos a la pista y, a los cinco minutos, sin esperarlo, nos aparece Quique con sus chavales a preparar el repertorio, a ensayar una salida para Suave es la Noche, a calentar los amplis tocando algo: Lady Drama, Hay partida y La casa está Vacía.
Y nosotros allí. Ni les hablamos, ni les llamamos, ni les saludamos. Nos quedamos allí, cerca del escenario, flipando, cantando y bailando como si fuera el mismo concierto. Allí nos quedamos, en primera fila, toda una larga noche que no había hecho más que empezar. Todo ésto fue muy especial. Uno no deja de sentirse un poco quinceañera, pero es un momento que vives sabiendo que se convertirá en un recuerdo.

Gracias, tío.
Para los chicos malos es el Rock&Roll.

domingo, 16 de diciembre de 2007

BORN TO RUN

Agosto de 1975. Llegas a casa con el vinilo bajo el brazo. Si, ese del chico de 25 años que la semana pasada, nadie sabe cómo, fue portada de Times y Newsweek.

Ha sido inevitable. Desde el cartón te echa un guiño, te sonríe y te dice: ¡Vamos, llévame a casa! La foto ya se te ha quedado grabada a fuego. Amor a primera vista. Otro James Dean, otro Marlon Brando; el espíritu de la juventud, el mito del Rock&Roll. El joven Bruce Springsteen quiere consagrarse para siempre. 'He visto el futuro del Rock&Roll. Su nombre es B.S.', dijo Jon Landau, reportero de la revista Rolling Stone, antes de convertirse en coproductor del album. Con dos discretas entregas anteriores en la calle, ha luchado duro para hacer el mejor disco de Rock&Roll de la historia y, tras un arduo proceso creativo y largas sesiones en el estudio, Born to run está ya en la calle. Y se ha hecho notar, aunque su autor no acaba de estar convencido del todo.

Le das al play, el disco gira, la aguja entra en el surco y una armónica se abre paso, como el primer rayo de sol de un amanecer, inundando el salón. Es Thunder Road, la primera de sólo ocho canciones de las cuales, al menos, cinco son jodidas obras maestras. Le siguen 10th Av. Freezed Out, Night y Backstreets en la c
ara A. En la B, Born to Run, She´s the One, Meeting Across the River y Jungleland. Todas juntas, piezas de un puzzle, trazos de un cuadro, versos de un poema, escenas de una obra de teatro, cálidas noches de un verano de cuando éramos (más) jóvenes.

¿Que puedo yo decir de Born to Run? 30 years of non stop playing. Mucho se ha hablado y escrito sobre Born to Run, su banda, su portada, sus canciones, la mitología de sus letras, las grandilocuencia de sus arreglos, etc. Cambió la vida del Jefe y de los Chicos. Varias generaciones han visto reflejados sus sueños adolescentes en él: Éste es un pueblo lleno de perdedores y me largo de aquí para triunfar. La poética de Thunder Road, la intensidad del Born to Run o el sólo de saxo de Jungleland... La edición 30 Aniversario incluía Wings for Wheels, un imprenscindible documental sobre el difícil parto del disco, su repercusión y su significado, fundamental para todo amante del Rock que quiera ser testigo de cómo se forja una obra clave. No soy digno de decir más sobre él y no tengo espacio para contaros todo lo que sé sobre su historía y todo lo que le rodea. Just, play it again. The screen door slams...

martes, 11 de diciembre de 2007

CABRALES Vs. GONZÁLEZ

En 1998 aparecen dos nuevas referencias en nuestro panorama musical: Fito Cabrales (Bilbao, 1966), ex-líder de Platero y Tú, afronta un nuevo proyecto, Fito y Fitipaldis, con el lanzamiento de A Puerta Cerrada y, un hasta entonces desconocido Quique González (Madrid, 1973), con Personal. Dos historias distintas, dos formas de entender el Rock. El segundo, en la línea del cantautor eléctrico americano, descendiente de grupos del rock madrileño como Burning y Los Secretos. El primero, enraizado en la escena bruta del Rock vasco, hermanado con Extremoduro y Rosendo.
Fito ha conseguido un sonido de la casa, con el que ha facturado cuatro discos de estudio y un directo. Quique no ha parado de buscarse a sí mismo. Seis de estudio y un directo, cada uno con su sonido particular. Desde esta caracterización, los dos han sabido crearse un público fiel, más adolescente y fiestero el del primero, más maduro y reflexivo el del segundo.
Dentro de diez días tocarán los dos en Málaga, dentro de la mini gira que cierra el Tour del primero, con el segundo como telonero. Ya han estado este año aquí los dos (asistí a ambos con mi Cristi y mi Ignacio). Fito (en Febrero, en el Palacio de los Deportes) derrochó watios de potencia en un concierto multitudinario. Quique (en Octubre, en el Teatro Alameda) intimó con un grupo más reducido.
Y en medio de todo ésto, Carlos Raya. El ex-Sangre Azul es uno de los personajes del rock español de lo que va de siglo. Ha dado lo mejor de sí produciendo y acompañando a Quique durante años. Revitalizó el sonido de M-Clan tras la marcha de Santi Campillo y lo ha vuelto a hacer como lider de Los Fitipaldis. Es el nexo que da sentido a la unión escénica del madrileño y el bilbaino.
Yo soy fan de los dos. Mi Jekill, más maduro y reflexivo, y mi Hide, más adolescente y fiestero, se darán la mano el 20 de Diciembre en el Palacio de los Deportes Martín Carpena. Sin embargo, en esta ocasión, tengo más curiosidad por el telonero. Fito dará más de lo mismo, ojo, que no es poco, pero Quique, que no para de reinvertarse, ofrecerá su vertiente más rockera. Es la oportunidad de verlo ante un gran público, sobre un gran escenario.
El duelo está servido. Uno de los dos será proclamado campeón. El resultado, en diez días en este mismo blog.

domingo, 9 de diciembre de 2007

CUATRO DÉCADAS DE ROLLING STONE



Este mes, la edición española de la revista Rolling Stone celebra, con la publicación de un número especial, el cuarenta aniversario de su lanzamiento en Estados Unidos. El especial, como objeto en sí, es muy interesante para cualquier aficionado al Rock. En sus páginas encontraremos todos los motivos por los se ha convertido en un clásico y un icono de la cultura Rock. Una revista marcada, en primer lugar, por su sentido de la estética. Sus portadas y fotos, creadoras de mitos, se ditinguen por su capacidad de captar la misma esencia de las cosas, las luces y las sombras de las estrellas del Rock. En segundo lugar, sus protagonistas. Por supuesto, músicos, pero también políticos, escritores, actores, directores, dibujos animados y, en definitiva, cualquier personaje Like a Rolling Stone de estos cuarenta años. En tercer lugar, diría que la redacción de la revista en San Francisco, es un pedazo de historia en sí mismo y sus primeros espadas (Cameron Crowe, Annie Leibovitz, etc.) tan artistas, tan estrellas de Rock como sus musas. And last, but not least, su actitud. Representa el espíritu mismo de la cultura de la juventud, como dicen en 'Carta de los Editores'. "El Rock&Roll no sólo entendido como una música, sino como un estilo de vida, una armadura contra todo lo que se te viniera encima". Hace casi 100 números que se edita la edición española y este número me recuerda porqué empecé a comprarla y a coleccionarla desde que salió. Sin embargo, creo que a la edición española siempre le ha faltado algo de caracter para llegar al nivel de su hermana yankee. Un no sé qué que qué sé yo, no sé si me explico, dependiente del mercado. Además, desde el número 90 (Abril 2007), cada número viene encabezado con el slogan "La Revista de Música y Estilo más vendida del Mundo" y ha dado un giro de manera que lo accesorio se ha vuelto principal.

Quizás con este lanzamiento, su equipo recuerde cuál es su cometido. Si no en Febrero saldrá el 100 de la edición española, otro momento para volver a encauzar el estilo de la revista. Entonces todo quedaría como un mal año, que, ojo, lo puede tener cualquiera.

Felicidades, Rolling Stone, y, ante todo, muchas gracias, porque sabes que si te puteo es porque te quiero.

jueves, 6 de diciembre de 2007

COMPAÑEROS

La experiencia completa de asistir a un concierto, más allá del espectáculo en sí, se compone de multitud de factores y conlleva distintas emociones y estados de ánimos, desde que se compra la entrada hasta después del mismo. Con suerte, hasta mucho tiempo después.
Uno de sus factores clave es la gente que lo vive contigo. Entre el grupo que asiste junto (y unido) a un concierto, se establece un estado de Euforia y Hermandad.
Esta entrada de mi blog se la quiero dedicar a mi Cristi, mi compañera de la vida y, cómo no, de los conciertos. Nadie me sigue el rollo como tú. En Málaga, en Valencia, en El Ejido, en Madrid. Gracias, Vida. Por un millon de conciertos más a tu lado.
A mi colega Ignacio, otro que tal baila, con el que he ido a los más variados e inverosímiles espectáculos a lo largo de años. A mis primos, a mis amigos y a todos los que habéis cantao, bailao, bebío, saltao y sudao a mi lao en un concierto. Aquellos abrazos no fueron en balde, fueron tan parte del concierto como las mismas canciones. Aquellos momentos los guardo en mi memoria y espero que también estén en la tuya.

"En el fragor de la batalla,
en lo más crudo del frío invierno,
yo seré tu hermano de sangre
y tu refugio en el infierno"

(José Mª Sanz/Gabriel Sopeña)

miércoles, 5 de diciembre de 2007

CRÓNICA DEL CONCIERTO DE BRUCE Y LOS CHICOS EN MADRID


Pues, como véis, Noviembre trajo a Madrid dos conciertos que no pude evitar. Desgraciadamente, Málaga no se encuentra en el recorrido de los Grandes Tours Internacionales y los Rockeros Locales tenemos que viajar para encontrarnos con nuestros artistas favoritos. Ese hecho justifica el nombre de este blog.
El pasado 25 de Noviembre en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid asistí a mi primer concierto de Bruce con la E Street Band (el año pasado lo ví con la Sessions Band en un espectáculo que, si bien era igual de increíble, no tenía ese componente mítico). De compañeros, mi Cristi, como siempre, y una pareja de Bossadicts de tomo y lomo: Jaime y Vito.
¿Qué podría decir sobre la E, la mejor banda de acompañamiento de la historia? Millones de cosas, pero hoy sólo voy a destacar a uno de sus miembros: Max Weimberg, The Ministry of the Big Beat, batería de la formación desde 1975. Su aportación al sonido de la Banda en los discos es muy reconocible, pero en directo ya estamos hablando de otra cosa. Y, por supuesto, los demás: Steve, Clarence, Roy, Nils y Garry. Faltaron a la cita Danny Federici (mejórate, socio) y Patti Scialfa (que pasa de viajar a Europa y se queda de Maruja en su casa), que fueron sustituidos sin empañar el resultado.
El Jefe de la Banda salió un poco distraido, aparte de 50 minutos tarde, lo que, creo, hizo que el concierto durase menos de lo que debiera. El concierto empezó con un Bruce serio que cantó los temas más políticos de su repertorio de un tirón. Pero, después del activismo, se le cambió la cara y se lanzó a los clásicos, uno detrás de otro.
El Set list del concierto, transcrito de www.pointblankmag.com fue el siguiente:
Radio Nowhere, No Surrender, Lonesome Day, Gypsy Biker, Magic, Reason to Believe, Darkness on the edge of town, Candy's Room, She's the One, Livin' in the Future, The Promised Land, I'll Work For Your Love, Tunnel of Love, Working on the Highway, Devil's Arcade, The Rising, Last to Die, Long Walk Home y Badlands.

Y, tras una brevísima pausa, Girls in Their Summer Clothes, Thunder Road, Born to Run, Dancing in the Dark y American Land.


Dicen que el concierto de Bilbao fue mejor, pero hay una razón por la que yo no lo cambio: Thunder Road. Cuando aparecieron para los bises, el público en masa empezó a corear el título de la canción y, tras hacerse un poco de rogar, El Jefe accedió, cogió la armónica y ahí me tenéis, llorando como un imbécil ante una sobria interpretación de mi canción favorita de todos los tiempos. Después de eso, ya podría morir tranquilo.


Después del concierto, la operación de marketing no pudo ser más agresiva y ya tenemos entradas para verlos en Julio en el Camp Nou de Barcelona, casi nada.


Para una buena crítica del concierto, visitad Point Blank y leed la que hace Fernando Navarro.

martes, 4 de diciembre de 2007

CRÓNICA DEL CONCIERTO DE WILCO EN MADRID


El pasado 9 de Noviembre, en Madrid, ante unas 2500 personas, tuvo lugar un majestuoso concierto de la banda norteamericana Wilco. Cuando digo que estuve allí, la gente me suele hacer dos preguntas: ¿De quién? y ¿Y pa eso fuísteis a Madrid? En fin...
El concierto fue en la Sala Riviera, con The Sunday Drivers como teloneros, que tocaron 4 temas en acústico.
El Set List estaba compuesto de los siguientes temas: You're my face, War on war, I'm trying to break your heart, Handshake drugs, A shot in the arm, Side with the seeds, Jesus, etc., Impossible Germany, Sky blue sky, Too far appart, I hate it, Walken, (Oe, Oe, Oe) I'm the man who loves you, Hummingbird y On and on.
Y dos rondas de bises con: Via Chicago, Heavy metal drummer, The late greats, Spiders (Kidsmoke), Red-eyed and blue, I got you (at the end of the century), Casino Queen y alguna otra que no conocía.
Si esperáis objetividad, aquí no la encontraréis. Aquí sólo veréis el relato de un fan baboso que flipó con el concierto como un enano. Los Wilco, como dice mi novia, son una banda en la que ninguno tiene que ver con los demás. El guiri de la guitarra, el modernillo de la batería, el nerd de los teclados, el bajista, que tiene cara de ser un tío de Murcia y el cantante, que es una especie de Raimundo Amador disfrazado de vaquero. Pues bien, semejante cuadrilla, en un escenario desnudo, dieron uno de los mejores espectáculos que he presenciado en mi vida, y ya van unos pocos.

Intensidad. Wilco es una banda que toca con gran intensidad y seriedad. Sus conciertos no son aptos para quién no conozca mucho las canciones, como sus discos, aveces, se resisten a la primera audición. Pero, desde las mismas bases de Rock Clásico de sus primeros discos, están recreando el sonido de esta música para el siglo 21. Y aun así, son divertidos y dan caña.
De la formación, aparte de lo dicho, no sé qué destacar. Nels Cline toca la guitarra con un estilo nuevo, en otra dimensión. Glenn Kotche, el batería, es enérgico y preciso. Jeff Tweedy es comunicativo y amable. No sé, míticos.
Del repertorio, que incluía temas rescatados de todos los álbumes de la banda, destacaría Spiders, una canción que, si bien nunca ha sido de mis favoritas, en directo se convierte en una auténtica explosión y, por supuesto, Impossible Germany, para mi, la mejor canción del grupo y una de las mejores de lo que va de siglo.
Por último quiero saludar a todo el público de la sala, si alguno me lee, un público entendido y disfrutón que hizo, que hicimos, que el concierto fuera creciendo canción a canción.
Definitivamente, sí, para eso fui a Madrid.

HASTA SIEMPRE, PATO

No era éste el modo en que quería inaugurar este blog, pero la noticia de la muerte de Dani Zamora me sobresaltó ayer y no he dejado de pensar en ello. Es por ello que la primera reflexión de Rock and Trip sea ésta.
Ayer, en el coche de camino a casa, sonó 'A los chicos' del último disco de Andrés Calamaro, una canción de muerte y amistad. Una triste premonición de un artista cuyo círculo de amigos ilustres no deja, desgraciadamente, de presentar bajas.
Daniel Zamora, Pato, fue el bajista de Los Rodríguez en los discos y en las giras del grupo desde 'Sin Documentos'. Además, publicó un libro de fotos del grupo cojonudo. El pasado 29 de Noviembre decidió que ya estaba bien y se nos fué. La red se ha llenado de mensajes recordando su figura y de obituarios repasando su trayectoria y su lucha contra el cáncer (destaca, cómo no, el homenaje al bajista en http://www.efeeme.com/). Por ello, éste es un mensaje escueto. Sólo quiero sumarme a los homenajes de estos días con el leit motiv más repetido:
HASTA SIEMPRE, PATO.