¡Qué pose! ¡Qué imagen! ¡Qué artistazo! Keith Richards es la misma esencia del Rock. Siempre me ha fascinado su imagen, su manera de andar y de tocar. ¡Todo lo que rodea a Keith Richards tiene ese punto entre glam y decadente tan cool! Nunca intentes llevar una de sus camisas o su corte de pelo si no eres una leyenda del Rock: te encerrarían. Pero en Keith Richards todo cobra sentido. Con los años se ha convertido en un viejo pirata, un loco entrañable.
Un elemento mítico de su indumentaria es una pulsera de plata que lleva desde principios de los 80. Son tres pares de esposas que se unen entre sí alrededor de la muñeca. Dicen que simbolizan las tres veces que ha estado en la cárcel por posesión de drogas y que la hizo para acordarse de que no tenía que volver a entrar.
Como no podía vestirme ni llevar el pelo como él, pensé que sería una especie de homenaje buscar una parecida, pero ninguna era lo suficientemente Keith Richards. Es bastante especial y caprichosa, como su dueño.
Mi Cristi, que siempre me sigue el rollo en todas mis chorradas, me llevó a Hago, una tienda taller especialista en plata en el Paseo de Reding. Llevé un PowerPoint con fotos de la pulsera y, dos meses después, ya está en mi muñeca. Cristina mo se ha contentado con llevarme al sitio y me la ha regalado. ¡Qué pasada! Hay veces que la miro y alucino. Cada vez más viejo y cada vez más freaky.
Es una joya que encierra un significado muy importante para mi, como si fuera un tatuaje; es el Rock and Roll hecho pulsera.
4 comentarios:
Me encantan tus "chorradas"!!!!
Como te cuidan!!
Menos mal q te molan los Stones y no Tino Casal...
Ya veo que te has salido con la tuya, cinco eslabones al final. Como dirían mis amigos los canis: Tó Wapo. Eres el más mejor, rey. Nos vemos por la capital de la Costa del Sol.
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