Agosto de 1975. Llegas a casa con el vinilo bajo el brazo. Si, ese del chico de 25 años que la semana pasada, nadie sabe cómo, fue portada de Times y Newsweek.
Ha sido inevitable. Desde el cartón te echa un guiño, te sonríe y te dice: ¡Vamos, llévame a casa! La foto ya se te ha quedado grabada a fuego. Amor a primera vista. Otro James Dean, otro Marlon Brando; el espíritu de la juventud, el mito del Rock&Roll. El joven Bruce Springsteen quiere consagrarse para siempre. 'He visto el futuro del Rock&Roll. Su nombre es B.S.', dijo Jon Landau, reportero de la revista Rolling Stone, antes de convertirse en coproductor del album. Con dos discretas entregas anteriores en la calle, ha luchado duro para hacer el mejor disco de Rock&Roll de la historia y, tras un arduo proceso creativo y largas sesiones en el estudio, Born to run está ya en la calle. Y se ha hecho notar, aunque su autor no acaba de estar convencido del todo.
Le das al play, el disco gira, la aguja entra en el surco y una armónica se abre paso, como el primer rayo de sol de un amanecer, inundando el salón. Es Thunder Road, la primera de sólo ocho canciones de las cuales, al menos, cinco son jodidas obras maestras. Le siguen 10th Av. Freezed Out, Night y Backstreets en la cara A. En la B, Born to Run, She´s the One, Meeting Across the River y Jungleland. Todas juntas, piezas de un puzzle, trazos de un cuadro, versos de un poema, escenas de una obra de teatro, cálidas noches de un verano de cuando éramos (más) jóvenes.
¿Que puedo yo decir de Born to Run? 30 years of non stop playing. Mucho se ha hablado y escrito sobre Born to Run, su banda, su portada, sus canciones, la mitología de sus letras, las grandilocuencia de sus arreglos, etc. Cambió la vida del Jefe y de los Chicos. Varias generaciones han visto reflejados sus sueños adolescentes en él: Éste es un pueblo lleno de perdedores y me largo de aquí para triunfar. La poética de Thunder Road, la intensidad del Born to Run o el sólo de saxo de Jungleland... La edición 30 Aniversario incluía Wings for Wheels, un imprenscindible documental sobre el difícil parto del disco, su repercusión y su significado, fundamental para todo amante del Rock que quiera ser testigo de cómo se forja una obra clave. No soy digno de decir más sobre él y no tengo espacio para contaros todo lo que sé sobre su historía y todo lo que le rodea. Just, play it again. The screen door slams...
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