jueves, 27 de marzo de 2008
EL TÍO MARTIN
miércoles, 19 de marzo de 2008
EL EXTRAÑO MUNDO DE TODD HAYNES
viernes, 7 de marzo de 2008
EN EL LOCAL DE COSA MALA
El pasado martes, 4 de Marzo, fuí invitado al ensayo del grupo malagueño Cosa Mala. Viejos conocidos de los tiempos en que uno despachaba copas y Rock&Roll, tenía muchas ganas de escribir sobre ellos, por amistad, por localismo o por lo que sea. El caso es que son una de las mejores bandas de la provincia, con momentos cruciales en su trayectoria:
- El tema Málaga Shula, canción (no himno) oficial del Málaga C.F.
- Haberse alzado con el Premio de Maquetas BackStage de Jack Daniel's, lo que les llevó a tocar en Tennesse, (si, en la misma cuna del Rock) teloneando a los Kaiser Chiefs.
- Haber abierto para grupos como Despistaos y Pignoise.
Con semejantes items en su currículum, uno imaginaba que la oportunidad les estaba llegando y que estaba todo a punto para saltar al mercado nacional. Sin embargo (y perdonen el tópico imperdonable), la Cosa está mu Mala. Entre el interés de una gran discográfica que no acabó de contractualizarse y que en la ciudad algunos sectores les han tachado de oportunistas (y, quede claro, Málaga Shula la han pagado sus cojones), todo se ha paralizado un poco. Sin embargo, todo esto les importa poco. Ahí están, al pie del cañón, ensayando cada lunes y cada martes. Esta época de sequía la están aprovechando para conocerse mejor, para redefinir su sonido, para compactar la banda. Y eso se nota al volver a escucharlos. Yo conocía mejor el primer EP, de tono más tristón, pero los temas nuevos son mucho más frescos.
Empezaron el ensayo con la copla malaguista, a la que siguieron Nashville, sobre su experiencia americana, Siluetas de Papel, Impacto, En Tu Prisión (éstas tres de un tirón, pensado para los directos), Vuelta a la Realidad, Gran Vía, Tú Tienes Estrella y sus verisones de Te Echo de Menos y La Casa por el Tejado.
Preocupados por la situación del panorama, no parece cercano el día en que puedan dejar sus actuales curros y dedicarse a tiempo completo a la música. Algunos grandes grupos (Radiohead, Coldplay) están empezando a dar de lado a las discográficas, lo que parece un paso definitivo para la desintegración de la industria tal y como hoy la coocemos. Así que a los pequeños les toca verlas venir. Pero bueno, como dije más arriba, ellos están disfrutando con los grandes avances y el respaldo conseguidos, con el sonido del grupo y con tener la oportunidad de ser rockeros y, cuando pueden, salir a defender su repertorio.
Otros sólo podemos escribir sobre ello.
Ah, por cierto, las fotos las he mangao de su web, procedimento habitual de este blog.
ALTO DISCO (ALTO POP) DE AIRBAG
Por Carlos Sánchez. Los de Estepona regresan con un soplo de aire fresco al panorama musical en forma de cd y, en esta ocasión, de vinilo rosa chicle. La banda insignia de la discográfica granadina Wild Punk Records nos presenta Alto Disco; punkrock y powerpop de cinco tenedores, al servicio del sueño de verano en la Costa del Sol.
miércoles, 5 de marzo de 2008
RockAndTrip. UN POCO MÁS ALLÁ.
TFC nunca defrauda. Salieron al escenario como son ellos, naturales, de andar por casa. Ninguna pose rockera ni poppy, nada de glamour. Sólo música. TFC tienen lo mejor de los dos mundos: armonías vocales que te dejan boquiabierto y mucha guitarra sin estridencias ni empachos solísticos. Ellos son el powerpop. Recorrieron sus éxitos sin descanso, quizás parecía que tenían algo de prisa. Nos ofrecieron su colección de canciones llenas de matices grunge, hard rock, noise, pop y folk, unificados bajo el sello TFC.
Geniales. Norman Blake, Gerard Love y Raymon MacGinley comparten un liderazgo tricefálico desde 1987. Los tres componen canciones, cantan, tocan y se doblan las voces en directo. Armonía absoluta. Intentar describir su sonido te obliga a citar bandas como Byrds, Big Star o incluso Beach Boys. Un sonido muy West Coast, muy americano.
Y así lo vivimos el sábado. Cantamos y silbamos (como no podía ser de otra forma, en Mellow Doubt), hubo peticiones satisfechas (Don´t Look Back, con una audiencia rendida y babeante) y otras no tanto (alguien pidió Metal Baby), y hubo quién incluso se levantó a bailar. No faltaron Did I say, Your Love is Where I come from, Sparky´s Dream, I Need Direction, Neil Jung, About You… Salimos satisfechos pero, sin duda, nos quedamos con ganas de más. Será algo generacional.
domingo, 2 de marzo de 2008
MEMORIAS DE UN ESPANTAPÁJAROS: Track-By-Track
Son las primeras escuchas, cuando aún no has terminado de interiorizar las canciones, ni de vincular los mensajes con momentos particulares de tu vida. Probablemente, nada que ver con lo que escribiría dentro de unas semanas. Por ello, me gustaría que cualquiera que haya oído el disco dejara sus comentarios y puntos de vista personales.
En líneas generales, el disco suena increíble. No creo que sea la consagración de los murcianos, grupo de sobra consolidado desde hace varios trabajos, pero sí abre una nueva vía, sobre todo a los textos, de esta BANDA (escribir banda con mayúsculas pretende significar precisamente eso: sonido propio, compacto y reconocible), Rara Avis en el panorama nacional.
Pasos de Equilibrista: Los M siempre han dedicado alguna canción en sus discos a la profesión, al vértigo de vivir cara al público. Me siento un fakir del Rock and Roll, cantando canciones al dolor y a La Niebla. Captatio Benevolentiae, Rock confesional, alegre, honesto y ¡con Sintetizador!
Amor Universal: Letra típica de Tarque (Souvenirs, Llamando a la tierra). Luna de Miel Sideral. Ante un mundo que no le satisface, viaje galáctico.
Roto por Dentro: Single de adelanto, una preciosa, sincera y sentida balada, perfecta para engancharse al disco. Destacan la guitarra slide de Raya y, sobre todo, la línea de Hammond del Boli. Seguro que no tardarás en canturrear el estribillo.
Las Calles están Ardiendo: Una de las canciones más demoledoras del disco, con una letra tan desoladora como acojonante. Guitarras trémulas crean un ambiente sonoro marcado por una intensa batería. Más incomprensión del artista ante el mundo circundante.
Inmigrante: Hoy soy aquí un extranjero más, un inmigrante del desaliento. Más desazón resuelta en balada. Imágenes de cuando uno no se reconoce dentro de su piel, de cuando no ve la luz al final del túnel. Antes de cerrar, un pasaje de batería marcial, vientos y un solo de guitarra slide dan una pincelada de color.
El Viaje: Más Rock con Sintetizador a cargo de Miguel Ángel Marín. Dos estructuras musicales se suceden y contraponen. ¿El viaje interior, la importancia de conocerse a uno mismo, la necesidad de cambio, experiencias con las drogas? No sé de que coño habla, pero el caso es que habla. Éste es un viaje eléctrico, un RockAndTrip :)
Balada del Desarraigado: Balada acústica, de raices americanas. Una canción pequeña y amable, con el mensaje más positivo de todo el disco: No voy a llorar, Prefiero sonreir.
Espantapájaros: Más confesión y autocita. No quiero volver a ser un espantapájaros perdido en la ciudad. Otro estribillo 10 y una preciosa letra de esdrújula cadencia sobre el éxodo urbano. Beatus ille…
Las Palabras que me Dijiste: ¿Qué queda de todas aquellas promesas cuando se esfuma el amor? Viaje a las raices americanas, cadencia tejana y unos vientos de color hispano que rompen la canción al final.
Corazón de Bronce: Rock Crudo e Intenso. Letra nuevamente catastrófica. Con perdón de las magníficas guitarras, la percusión toma el mando, entre la batería de Oti y las congas del gran, gran, gran Toni Jurado (Algecira’s Beat).
Canción de Invierno: Preciosos piano de Luís Prado, Slide de Raya y trabajos vocales para soportar más desamor. Despedida y cierre.
THE FINAL CUT de PINK FLOYD
Este disco lo considero el gran olvidado de la discografía de Pink Floyd, sólo valorado por los muy fans del grupo y, para mí, su obra maestra absoluta. Tuvo el difícil papelón de salir a la luz después de The Wall y, en gran parte, con material sobrante de este trabajo. Haciendo honor a su nombre, supuso realmente el final de Pink Floyd y, al mismo tiempo, de alguna manera, el primer disco en solitario de Roger Waters.
Me explico. No sabemos cómo se las ingenió Rogers para componer, grabar y arreglar todas las canciones a su gusto, sin dejar que Gilmour y Mason pudieran decidir nada. Hasta tal punto que en los créditos se puede leer:
En este disco echamos en falta al multi-instrumentista Mick Wright, expulsado del grupo durante la grabación de The Wall. Pero cuentan nada más que con Michael Kamen, compositor de famosas bandas sonoras y director de orquestra (el mismo que en el S&M de Metallica hizo sonar a la San Francisco Symphony Orchestra más heavy que los mismos Metallica con los que tocaban en directo).
Es quizá el disco más conceptual de PF y eso es decir mucho. Opera Rock en estado puro. Un único tema recurrente en todas las canciones, la guerra. El disco está dedicado al padre de Waters muerto en la 2ª GM. Con especial crítica a la Guerra de las Malvinas y a la política de Margaret Thatcher. “What have we done. Maggie, what have we done to England…” Es el típico disco que te va enganchando cada vez que lo escuchas y si te atrapa hará que lo tengas contigo siempre. Es como una película buena sobre la 2ª GM. Consigue que te metas tanto dentro de las canciones que te ves sobresaltado con los efectos sonoros: disparos, gritos de soldados, pasos, coches, aviones, bombas… Todo muy efectista. Además grabado en Holophonic Sound System (sistema especialmente diseñado para oir con auriculares: NO DEJÉIS DE HACERLO, es toda una experiencia. Te acojonas, esperas que en cualquier momento te asalten por detrás y te crujan a tiros). Y que decir de los textos, las letras te llevan a la trinchera, a una despedida en el puerto…: “There´s a kid who has a big hallucination, making love with girls in magazines”.
Del disco no salió ningún single exitoso y tampoco subió mucho en los charts. Pero aún así se vendió mucho. Creo que es algo tan personal lo que creó Waters que no hizo falta promoción, ni charts, ni giras. Nunca llegó a tocarse en directo. Este disco te abre puertas al lado más teatral del Rock: intimo, oscuro, obsesivo y sobrecogedor. En tres palabras: La Puta Caña.