FINDIN' DYLAN

Es el momento para descubrir a Dylan. Todos conocemos la importancia de su figura, su relevancia histórica y la altura de sus letras y sus conceptos literarios. Dylan es Dylan. Un viejo conocido. El viejo Bob.

Últimamente ha habido una serie de ediciones que me han ayudado a adentrarme a saco en su obra. Se trata de Dylan, una caja recopilatoria con tres cedés que, cronológicamente, repasa su trayectoria album por album, Letras, un imponente libro que incluye todas las letras de las canciones desde 1962 en edición bilingüe y una especial reedición de los dos disco de Traveling Wilburys, un proyecto en el estaba acompañado, nada más y nada menos, de George Harryson, Roy Orbison, Tom Petty y Jeff Line. También he comprado un par de rockumentales sobre él: Don't Look Back de D.A. Pennebaker y No Direction Home, de Martin Scorsesse (que acaba de terminar Shine a light, otro rockumental sobre los Rolling Stones).

Así, me encuentro haciendo un poco de arqueología, estudiando el repertorio de un artista difícil de encasillar, cambiante y genial y, como decía, hasta las cejas. Es cojonudo tener la posibilidad de adentrarte de esta forma en una parte fundamental de la historia del rock y, por ende, de la historia contemporánea, poder obtener tanto material y tan bién editado. Un trabajo serio para nuestro Principe de Asturias de las Artes.

Este año lo veremos implicado en la Exposición Universal de Zaragoza, para la que ha grabado una nueva versión blues de su clásico A Hard Rain's A-Gonna Fall, y, según he leido en efe eme, en una gira de catorce conciertos por España (probablemente Enrique Bunbury volverá a tomar la carretera con su chica para asistir a todos ellos). Será el momento de encontrarse cara a cara con el gran poeta y patriarca del rock. Ineludible.

Además, está pendiente de fecha el estreno del biopic I'm Not There en el que Cate Blanchett, Richard Gere, Christian Bale, Marcus Carl Franklin, Ben Whishaw y el tristemente desaparecido Heath Ledger interpretan las distintas caras de Dylan.