Todo el mundo viene a Rick's

Todo el mundo viene a Rick's. Si tu carrera está acabada, llevas tiempo sin hacer algo novedoso o quieres pegar fuerte en EE.UU., Rick Rubin es tu hombre.

Últimamente está que lo tira. Dentro de algo más de un mes se publica Together Through Life, el nuevo album del siempre genial Bob Dylan, pero también ha estado a los mandos de Death Magnetic, de Metallica y de Seeing Things, el cálido debut de Jakob Dylan en solitario. También ha producido los últimos de Neil Diamond, al que está resucitando como hizo con Johnny Cash al final de su carrera o como está a punto de hacer con ZZ Top.

A mediados de los 80, fue de los primeros en creer que el Rap iba a convertirse en un fenómeno crucial en la música, y empezó a darle forma de Hard Rock. Considerado por la Rolling Stone como el productor discográfico más influyente de las tres últimas décadas, es impresionante echar un vistazo a su currículum. Suyos son, por ejemplo, los mejores discos de Red Hot Chilli Pepers, el Wildflowers de Tom Petty, el Ballbreaker de AC/DC, o incluso el Fijación Oral de Shakira. Slayer, System of a Down, Rage Against the Machine, Mick Jagger... No importa qué tipo de música te guste, todos tenemos en casa algo hecho por Rubin.

Y todo ello, con un tipo que nunca ha querido ser mediático ni destacar demasiado. De hecho no tiene ni página web, pero ha recuperado el papel de productor gurú.

Y lo que nos espera. A sus 46 años, Rubin tiene todavía mucho que decir. Actualmente se dice que encontrar un hueco en su agenda es imposible y grandes nombres hacen cola para ponerse en sus manos. Estamos en la Era Rubin. Todo el mundo quiere a Rick.

El Jefe y el Expresidente

'Eh, tío, vuelve. América te necesita'.

Tras el 11S, un fan alentaba a Bruce Springsteen a que abanderara la nueva corriente de opinión crítica norteamericana. Su país estaba metido en un hoyo y The Rising fue su respuesta.

Working on a Dream salió a la calle el pasado 27 de enero, justo una semana después de la investidura como presidente de los Estados Unidos de Barak Obama. Este disco se ha convertido en la banda sonora de una nueva era, pero también supone el cierre del periodo creativo más intenso de su carrera: Los años de la Administración Bush (2001-2009).

Como en las historias de Héroes y Villanos, la nobleza de los primeros depende de su oposición a los segundos. Así, al sentir al enemigo en casa, Bruce ha trabajado duro y ha gritado con rabia, se ha hecho universal. 

Con la E ha completado una suerte de trilogía: The rising (2002), Magic (2007) y Working on a Dream (2009), pero también se lo montó sólo, Devils & Dust (2005), o en compañía de otros, The Seeger Sessions (2006) y Live in Dublin (2007). Ocho años en que ha compuesto, producido, grabado y girado como nunca antes para llevar a cualquier rincón del planeta la voz de la conciencia americana.

En estos años ha explorado las raices musicales de su país, ha coqueteado con su lado más pop, ha mostrado su faceta más personal y ha vuelto ha hacer su mejor rock desde principios de los 80. Textualmente ha ido de lo metafísico a lo poético y de lo transcendental a lo frívolo. Cualquier lenguaje ha sido válido, cualquier forma de expresión para enseñar al mundo que América es mucho más que la barbarie y la destrucción. 

Contar con el mejor Springsteen ha sido la cara más positiva de un periodo político y militar tan oscuro. Las actuaciones de Springsteen en la investidura de Obama y en la Super Bowl fueron la carcajada en la cara de su enemigo, la expresión pública de la victoria del poeta contra el carnicero. Pero, ¿qué será del héroe, ahora que el villano descansa en su rancho? 

De momento está iniciando una gira mundial que le traerá por España en verano. Después, ya veremos. Quizás, como los super héroes, guarde su traje un tiempo y aguarde en espera de volver a la acción. Quizás dependa de cómo se produzca el cambio por el que tanto ha luchado.

Thank you, Boss. See you on the road.